Las anormalidades clínicas del cerebelo, como el daño de las vías eferentes, de las vías aferentes o de la corteza cerebral, resultan en unos síntomas tales como ataxia, dismetría, tremor (temblor) de intención, como consecuencia de la interferencia de las funciones cerebelosas en el mantenimiento del equilibrio y del apropiado tono muscular.
Las alteraciones cerebelosas más frecuentes son:
- tumores (meningioma quístico cerebelar)
- encefalitis por infecciones virales, las cuales pueden ocurrir en el útero (por ejemplo: parvovirosis felina)
- intoxicaciones por metales pesados
- desórdenes genéticos, tales como degeneración cerebelar de pastores ingleses, gordon setters, kerry blue terriers, etc..
Pequeñas lesiones pueden producir signos transitorios o pueden ser asintomáticas, ya que el cerebelo parece tener una relativa resistencia a agresiones externas, siendo estas lesiones pequeñas además compensadas por otras partes del encéfalo.
Lesiones de los hemisferos cerebelosos resultan en una pérdida de la coordinación muscular que llevará consigo a la aparición de movimientos incoordinados tipo marioneta en los miembros ipsilaterales a la lesión.
Las lesiones del vermis resultan en un tremor truncal y marcha atáxica, con postura extendida y balanceo del cuerpo mientras el animal anda.
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